Osteopatía
“El cuerpo mismo puede recuperarse de desplazamientos, desórdenes, desarreglos y las consecuentes enfermedades, y recuperar el equilibrio de la forma y las funciones para la fuerza y la salud.” Dr. Andrew Taylor Still
La Osteopatía es una disciplina de primera intención, una medicina integrativa que utiliza el contacto manual para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes. Desde el año 2010, está reconocida por la OMS como una profesión independiente y distinta de otras profesiones tales como la fisioterapia y la quiropraxia.
Su filosofía es encontrar la “disfunción primaria” realizando una anamnesis completa, teniendo en cuenta todos los ámbitos del individuo (físico, emocional y psicosocial). Hace especial énfasis en la prevención y el bienestar, apoyando la tendencia natural del cuerpo hacia la autocuración. Desde este enfoque se procura devolverle al cuerpo el estado de equilibrio fisiológico que necesita, utilizando un enfoque global y técnicas manuales específicas.
El objetivo del osteópata es encontrar la causa del problema y no sólo tratar los síntomas. Por ello, el tratamiento será personalizado y adaptado a cada individuo.
Las disfunciones osteopáticas son variadas y de ahí la diferenciación entre sus distintos abordajes.
1
Osteopatía estructural
Afecciones de la columna vertebral (cervicalgia, dorsalgia, lumbalgia) y del resto de articulaciones; protusiones/hernias discales, ciatalgias, problemas de ATM (bruxismo), esguinces, luxaciones, tendinopatías, radiculopatías, entre otros.
2
Osteopatía craneal
Traumatismos craneales, latigazo cervical, mareos, vértigos, cefaleas/migrañas, neuralgias de pares craneales (Neuralgia del Trigémino), alteraciones del sistema vestibular, alteración del sistema oro-facial / ATM (otitis, sinusitis…), problemas psicosomáticos (estrés, ansiedad, insomnio).
3
Osteopatía visceral
Trastornos funcionales de órganos como los pulmones, hígado, estómago; alteraciones digestivas (mala digestión, RGE, hernia de hiato, síndrome del intestino irritable, estreñimiento, hinchazón…) y trastornos uro-ginecológicos (endometriosis, dolor abdominal y pélvico, alteraciones de la lubricación vaginal, dismenorrea, dispareunia, infertilidad funcional…)